Llega
el calor y sudar es algo perfectamente
natural ya que gracias a la sudoración el cuerpo permanece fresco. Otras
causas por las que las personas sudan es al practicar ejercicio, o en respuesta
a situaciones en las que tienen miedo, se sienten nerviosas, enfadadas o
avergonzadas.
Aunque si la sudoración excesiva se
presenta sin los desencadenantes antes descritos estamos
ante un caso de Hiperhidrosis. Esta
enfermedad se produce por el fallo del sistema nervioso autónomo,
exactamente del sistema nervioso simpático que genera una estimulación
exagerada de las glándulas sudoríparas causando
que el organismo produzca más sudor del que necesita para regular su
temperatura corporal.
Las
personas que padecen Hiperhidrosis, ven afectada su calidad de vida ya que la
sudoración incontrolable puede llevar a una molestia significativa, tanto
física como emocional. Al igual que el resto de patologías existen tratamientos
para mitigar sus síntomas o para acabar con ella. En la Clínica Piqueras, explica
la doctora María Teresa Gómez Sarte, “utilizamos la
toxina botulínica tipo A para el
tratamiento de la sudoración intensa en las manos y pies”. La forma de
aplicación no es muy agresiva para el paciente, afirma la doctora, el
botox se inyecta para bloquear temporalmente los nervios que estimulan la
sudoración.
El paciente experimenta una mejoría
desde las primeras aplicaciones de la toxina botulínica y su problema de
Hiperhidrosis desaparece durante 8 o 10 meses, momento en el que hay que
repetir el tratamiento.
Más información en el teléfono: 91 441 04 99.