Una paciente acudió a nuestra clínica aquejada de espolón calcáneo y de congestión calcánea. Tras la exploración inicial, se decidió proceder a la intervención. La patología de la congestión calcánea consiste en un edema
óseo el cual solo halla alivio mediante la magnetoterapia o la cirugía, como es
el caso. Es un problema de difícil diagnóstico, poco frecuente y que suele
confundirse con otras talalgias.
En primer lugar llevamos a cabo el procedimiento para el
espolón. Por la zona plantar realizamos una incisión con bisturí guiada por
fluoroscopio en la que llegaremos a la calcificación de la fascia que
constituye el espolón en sí. Una vez llegamos a este punto, diseccionamos la
zona procurando una fasciotomía parcial que eliminó la tensión y que impedia una
recidiva del cuadro.
Aquí podemos ver la zona de la incisión y la fluoroscopía
que guía el procedimiento
Una vez realizada esta fasciotomía, la exéresis del espolón se puede realizar mediante fresa de mínima incisión tipo Oval-Burr/ Brophy,
mediante lima o mediante una combinación de ambas, a elección del profesional.
Nosotros utilizamos la lima, como se puede ver en esta imagen: introducción de la misma, junto con
el producto óseo extraído.
Este es el resultado final en fluoroscopía.
Una vez hemos eliminado el espolón (confirmado mediante
fluoroscopía), pasamos al procedimiento de la congestión calcánea. Este
consiste en, a través de una incisión en la zona lateral de calcáneo (2 cm por
debajo de maléolo peroneal) , en varios puntos geográficamente distribuidos y mediante una fresa de mínima incisión de
tipo Isham, se realizan tres perforaciones del hueso.
Aquí vemos la zona de incisión:
En esta imagen se ven dos de las tres perforaciones (la
tercera no se ve por el plano en el que incide en el hueso):
El resultado fue todo un éxito.